Terapia infantil
¿Te preocupa tu hijo/a? ¿Has visto o te han dicho que hace algo raro? ¿se mueve mucho y sospechas que tenga TDAH? ¿le cuesta comer? ¿no juega con el resto de niños/as? ¿es muy tímido/a o apenas habla?
El desarrollo infantil es un proceso de constantes cambios. Ser padres es una de las tareas más difíciles a las que se enfrenta el ser humano, y es normal enfrentarse situaciones en las que uno/a no sabe cómo actuar o cuál es la mejor opción para nuestros hijos/as. En estos casos, el asesoramiento psicológico puede ser de gran ayuda.
¿Cómo saber si un/a niño/a necesita ayuda? Los niños no son capaces de expresar su sufrimiento del mismo modo que lo hacemos los adultos, de manera que muchas veces aparecen síntomas que nos advierten de ello: dificultades en el habla, problemas para comer, introversión y timidez, ansiedad de separación, bajo rendimiento escolar, desmotivación, hiperactividad, entre otras.
Si ves que tu hijo/a tiene alguno de estos síntomas, es probable que le esté pasando algo y esa sea su manera de decírtelo. Afortunadamente, los niños son muy flexibles, y un tratamiento temprano puede ayudar mucho. Al igual que con toda enfermedad, esperar sin hacer nada solo empeora la situación y hace que después el cambio cueste más sesiones o sea incluso irreversible.
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Afortunadamente, el cerebro de los niños es más flexible que el cerebro adulto, por lo que disponemos de un mayor margen de cambio. Al igual que en el tratamiento de las enfermedades, cuanto antes se detecten las dificultades y se comience a trabajar, mejor será el pronóstico.